La influencia de los Navegadores en Internet
Repaso a la historia de navegadores como Internet Explorer, Firefox, Google Chrome o Safari, desde sus comienzos hasta la situación actual del mercado.
Cuando muchos de nosotros iniciamos en el mundo del Internet y paginas web, a mediados y finales de la década de los 90, la variedad y diversidad de navegadores web era casi nula, teníamos poco o nada de donde escoger para navegar a través de la red mundial.
Quitando a Mosaic, y su variación Spyglass que más tarde se convertiría en Internet Explorer, Netscape dominaba el mercado casi en su totalidad, en cada PC en la que nos sentábamos en aquellos años encontrábamos el curioso icono del “Timón” que aparecía en nuestro escritorio y nos llevaba al famoso Internet del que muchos hablaban pero pocos conocían.
La era Netscape
Netscape Navigator no era un mal navegador, por lo contrario, nos ofrecía lo necesario y más para poder navegar de manera correcta en aquellos años, envió de formularios, correo electrónico, manejo de scripts.
Desde 1997 incorporó las hojas de estilo, aunque no de la manera más correcta, de cierta manera nos permitía ir experimentando con el HTML dinámico y conocer más allá del código plano que veníamos trabajando.
El triunfo de Internet Explorer
Sin embargo no todo fue bueno, como todo en un principio, el navegador contenía bastantes errores y nos podíamos encontrar con los famosos Bugs en varias de sus funciones, éstos tuvieron que irse corrigiendo con el paso de las versiones, y al momento de la salida de Internet Explorer (aliado a Microsoft) la competencia que sintió Netscape lo llevo a crear los llamados “netscapismos” los cuales eran extensiones que sólo el navegador Netscape podía interpretar.
Estos netscapismos no respetaban lo que el W3C (World Wide Web Consortium) establecía como estándares, lo que obviamente llevaba a que algunas páginas web no fueran compatibles con este navegador o con su competencia, en este caso Internet Explorer, quien también se encargó de ir creando sus propias extensiones y se desató una guerra que duró los últimos años de la década.
Internet Explorer fue el amplio “vencedor” de esto, aunque seguía y sigue manejando sus propias extensiones en muchas de las normas, incluyendo HTML, CSS y DOM.
El 98% de los usuarios de Internet en aquellos años lo usaban, claramente derivado por la influencia e imposición de Windows, lo que fue factor para que la gente lo probara y se acostumbrara a su uso, incluso muchos crecieron con la idea de que era el único navegador que existía en la época, caso de aquellos usuarios que “nacieron” con la burbuja punto com.
Quizás en aquellos años a muchos de nosotros la compatibilidad y los estándares no nos parecía algo relevante ya que sólo éramos unos internautas novatos ansiosos por conocer todo lo que podíamos obtener de este mundo de información.
Pero con el paso del tiempo Internet Explorer se volvió un navegador caprichoso, impuesto por nuestro sistema operativo y de bajo apego a los que trabajábamos con HTML, convirtiéndose en una constante frustración para los desarrolladores web.
Los nuevos navegadores vs Internet Explorer
Es entonces que surgió una nueva ola de navegadores que vinieron a cubrir aquellos sectores de usuarios inconformes con Internet Explorer.
En 2002 surge de las cenizas que dejó Netscape, el proyecto Mozilla, que inicialmente se encargaría de tomar el código fuente de la versión 4.7 de Netscape para lanzar un nuevo navegador.
Finalmente se decidió desarrollar un navegador prácticamente nuevo y así fue como se creó con el paso del tiempo lo que hoy conocemos como Mozilla Firefox, cuyo año de salida oficial fue 2004.
Aunque ya existían otros navegadores de la marca como parte del Mozilla Application Suite desde 2002.
El gran rival de IE, Firefox
Pronto Firefox acrecentó su popularidad entre los internautas, al ofrecer mayor seguridad y rapidez que Internet Explorer, además de ser gratuito, apegarse a los estándares de la W3C y en sus principios tener el respaldo de los ex-integrantes del proyecto Netscape.
Todo esto hizo que el navegador del mal llamado “Zorro” (hay que recordar que el logo de Firefox realmente es un panda rojo) se colocara rápidamente al lado de Internet Explorer en las encuestas de uso y popularidad, incluso rebasándolo en ciertos sectores de la población de usuarios.
Firefox parecía el navegador ideal, su navegación por pestañas y la enorme cantidad de extensiones con que cuenta ayudaron a que se propagara rápidamente en los hogares y oficinas del mundo.
Esta rápida popularidad hizo olvidar que muchos de los elementos que formaron parte en el pasado y presente de la estructura y navegación de Mozilla Firefox, fueron inspirados en los que desde hace un tiempo ya usaba otro navegador de gran renombre, Opera.
Los estándares web y Opera
Opera es un caso especial en cuestión de navegadores, su gran apego a los estándares de la W3C lo hacen un navegador verdaderamente especial para los desarrolladores.
Cuenta con una gran velocidad al momento de navegar, incorporó la navegación de pestañas antes que Firefox, dio la posibilidad de editar las hojas de estilo en vivo antes que cualquier otra herramienta, cuenta con IRC y correo electrónico interno, entre otras cosas, pero ¿Por qué no es tan popular?, daré una respuesta sencilla para una pregunta tan compleja, mal manejo diría yo.
El proyecto de Opera nació desde 1994 pero fue hasta el año 2000 cuando empieza a tomar fuerza, al principio era un navegador que se vendía, o bien podías descargarlo y usarlo en modo de prueba durante un tiempo, con esto no había ningún problema, pero al no contar con un sistema operativo que lo respaldara, como el caso de Internet Explorer, se tuvo que optar por una alternativa.
Es así como nace el Adware de Opera, donde constantemente veías anuncios en el navegador, lo cual era una verdadera molestia por lo que para 2005 finalmente la versión de Opera es liberada y es entonces cuando empieza a ganar público.
Actualmente Opera es el quinto navegador más utilizado en ordenadores personales, pero su verdadero éxito se ha producido fuera de ellas, al introducirlo para uso en teléfonos móviles, smart phones y asistentes digitales personales, así como en videojuegos como el Nintendo Wii y Nintendo DS.
Más allá de Explorer y Firefox: Chrome y Safari
Si antes Internet Explorer y Firefox se alternaban entre el primero y el segundo lugar de popularidad, ahora Chrome sin duda ha batido a todos los navegadores y es el más usado en muchos países.
Google Chrome y Safari, dos navegadores de relativa corta edad que basados en su imagen y velocidad han logrado adoptar un mercado enfocado a diseñadores, donde Chrome lleva clara ventaja y se aproxima a pelear los primeros lugares, mientras que Safari ha crecido por el uso exclusivo de usuarios Mac en el mundo.
Google Chrome
Google Chrome ofrece grandes beneficios para el desarrollo como lo es Web Inspector (Developer Tools), que contiene una consola JavaScript para pobrar nuestros scripts, verificar y corregir errores, entre otras herramientas que lo hacen muy similar a Firebug de Firefox.
También cuenta con extensiones como Pendule, lo equivalente a Web Developer Toolbar de Firefox, o como Chrome Sniffer que te ayuda a saber con que Framework de PHP o JavaScript está trabajando un sitio de Internet.
Conclusiones finales
En conclusión, todo depende de gustos, existen muchos otros navegadores que han salido al mercado desde K-Meleon hasta Amaya (realizado por W3C) pero se nos irían páginas y páginas describiendo a cada uno.
En mi muy humilde opinión, Google Chrome es el mejor navegador en este momento.
No importa si somos puristas o comerciales, lo importante es que si nos dedicamos a desarrollar para Web debemos validar nuestro trabajo para que funcione en la mayoría de estos navegadores, por lo menos en los principales cinco que son los que describí en este artículo.
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